Mini historias para no dormir (vol.2)
Eran las cinco y 22 minutos de la mañana. 23, 24, 25... los minutos pasaban pero la sensación de vacio se acrecentaba. Era una de esas noches en las que es imposible conciliar el sueño. Pasos lejanos, voces desconocidas y el tic-tac del reloj, que parecía incrementar su volumen a medida que se movía el segundero. Ya resultaba difícil distinguirlo de los latidos del corazón, palpitando con fuerza en las sienes. De repente todo se detuvo y el silencio le ganó la batalla a la inquietud del tiempo...
1 Comments:
Que forma tan bonita de describir el insomnio. "El silencio le ganó la batalla a la inquietud del tiempo"...me ha encantado!
Un abrazo Patry (http://maribel.blogia.com)
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