domingo, enero 16, 2005

Domingo.

Miro por la ventana y veo un día gris. Apenas hay gente por la calle. Huele a siesta y a bizcocho recién hecho. Aquí, en casa, podría ser un día cualquiera pero ahí fuera es diferente. Es el fin, el fin de la semana, el fin del descanso, el fin de la fiesta. Siento que ya es lunes, aunque el Domingo todavía no se haya ido. No hay ruido, todo en silencio. Sí, es el Domingo, al que le gusta pasar de largo sin levantar sospecha. Mañana será otro día.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

A mi el domningo me huele a resaca :-)

Lacrudarealidad

19 enero, 2005 12:28  

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